
El objetivo de la sesión de esa madrugada era fotografiar a Júpiter, aprovechando una situación anticiclónica de supuesta estabilidad. La sorpresa fue la inestabilidad y poco contraste de la imagen, que impidió obtener resultados con una mínima calidad.
Para no desperdiciar el montaje apunté a Marte, a pesar de su pequeño tamaño y la fase más que evidente. Curiosamente, a pesar de la turbulencia, el resultado fue mucho mejor, tal vez debido al mayor contraste de los detalles.
Posteriormente volví a intentarlo con Júpiter pero tampoco hubo éxito. Finalmente le tiré a Venus con resultado aceptable.